A life without emotions is not ideal.
We need to rationalize our emotions only if they are problematic, if, in fact, they carry us to die against a hot light bulb like a moth. We are never alone, and we all are necessary.
Reason is a tool. It serves us to survive, organizing our subsistence.
In making reason the center of our existence we make the mistake of chaining ourselves to the machine that should make our lives better, and letting the machine dictate the pulse of our self.
Una vida sin emociones no es lo ideal.
Necesitamos racionalizar nuestras emociones solo si son problemáticas, si, de hecho, nos llevan a morir contra una bombilla caliente como una polilla. Nunca estamos solos, y todos somos necesarios.
La razón es una herramienta. Nos sirve para sobrevivir, organizando nuestra subsistencia.
Al hacer de la razón el centro de nuestra existencia, cometemos el error de encadenarnos a la máquina que debería mejorar nuestras vidas y dejar que la máquina dicte el pulso de nosotros mismos.